Gregorio Ordoñez

¡30 años del grito en la noche: Recordando a Gregorio Ordóñez!

Revive la historia de un político valiente y el impacto de su legado tras 30 años de su asesinato por ETA.

El 15 de diciembre de 1994, un acontecimiento trágico marcó un antes y un después en la política española. A las 8:15 horas, un terrorista encapuchado se acercaba al sargento de la Guardia Municipal de San Sebastián, Alfonso Morcillo, dando así inicio a una de las jornadas más sombrías en la historia del País Vasco. Un mes antes, el político del Partido Popular, Gregorio Ordóñez, había expresado su preocupación a la Policía, un gesto que, aunque quizás no pudo predecir lo inevitable, muestra el ambiente de inseguridad que se vivía en esas épocas difíciles. La vida y la muerte de Ordóñez simbolizan la lucha contra el terrorismo que, por desgracia, sigue latente aún en la memoria colectiva.

Casi tres décadas después de su asesinato, su viuda, Ana Iríbar, comparte la profunda ausencia que siente y enfatiza la necesidad de reflexionar sobre la actual situación política en España. El legado de Gregorio sigue vivo, no solo por su entrega política, sino por el eco que su muerte dejó en la sociedad. Eventos conmemorativos se realizan para recordar su valentía y el mensaje que su vida y su muerte intentan transmitir a las nuevas generaciones. La activista Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio y presidenta de Covite, se ha convertido en un símbolo de resistencia, comprometiéndose a mantener vivo el legado de su hermano frente al terror y la impunidad.

Cada acto de recuerdo trae consigo historias desgarradoras, como la de una concejala de Herri Batasuna que, sorprendiendo a muchos, condenó el asesinato de Ordóñez. Este momento fue un reflejo del cambio en la conciencia colectiva de la sociedad vasca, donde el sufrimiento ya no se puede normalizar ni socializar. Este tipo de reacciones y cambios son cuestiones que deben prestarse atención en la evolución social post-ETA, y son ejemplos de cómo el diálogo a veces puede romper las barreras del rencor.

Hoy revisitar la memoria de Gregorio Ordóñez no solo es recordar la atrocidad de su asesinato, sino también fortalecer las bases de una sociedad que busca aprender de su pasado. A través de su historia, los españoles somos llamados a reflexionar y actuar para garantizar que el eco de la violencia no resuene en el futuro.

Curiosidades como que ETA, durante su existencia, fue responsable del asesinato de más de 850 personas y que cada asesinato, como el de Ordóñez, marcaba un golpe directo a la democracia. La historia de Gregorio no solo es un relato de sufrimiento, sino que también se convierte en una llamada a la acción y a la necesidad de verdad, justicia y reparación en una sociedad que debe seguir adelante, aprendiendo de su pasado. Que esta conmemoración sea un recordatorio de que el valor y la historia necesitan ser preservados para impedir que el terror tenga un nuevo capítulo en la historia de España.