Alepo

¡Alepo en manos rebeldes! ¿El regreso de los ‘yihadistas’ al carnaval de conflictos?

El Ejército de Siria se retira temporalmente de Alepo, mientras los rebeldes toman el control de la ciudad. ¿Es esto el principio de una nueva saga en el conflicto sirio?

La situación en Alepo, una de las ciudades más emblemáticas de Siria, vive un momento crítico tras la confirmación del Ejército sirio de su retirada temporal. Desde el miércoles, la violencia ha cobrado al menos 255 vidas y se ha intensificado con los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes. Este cambio de aires, que parece más una retirada estratégica, le ha dado alas a la oposición, que ahora controla cerca de 50 localidades en los alrededores de la capital.

Los yihadistas han tomado el control de gran parte de Alepo, obligando a altos funcionarios del régimen, incluido el gobernador, a replegarse. La mejor estrategia de los rebeldes ha sido la colaboración entre diferentes facciones, destacando la del Organismo de Liberación del Levante, que ha logrado entrar en varios barrios del oeste de la ciudad. Europeos y norteamericanos observan la situación como un capítulo nuevo en un conflicto que parece no tener fin.

Mientras tanto, la respuesta del régimen sirio no se ha hecho esperar. Con el apoyo de Rusia, han comenzado a bombardear Alepo con la esperanza de recuperar el control. Según informes de organizaciones como el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, estos son los primeros ataques aéreo-terrestres en la ciudad desde 2016. A pesar de la serie de ofensivas, el Ejército sirio ha admitido "decenas" de bajas, lo que refleja la seriedad de la resistencia opositora.

La retirada temporal del Ejército sirio puede ser interpretada como una medida para reagruparse y obtener refuerzos. El caos y el silencio que reinan en la ciudad tras días de ataques resuenan como una campana que advierte sobre la fragilidad del control gubernamental. La pregunta que queda en el aire es si este desenlace marcará un nuevo equilibrio de poder o simplemente un alto en la guerra, que ya ha dejado un cruel legado de sufrimiento y destrucción.

Interesante recordar que, a pesar de la guerra, la ciudad de Alepo ha sido históricamente un centro cultural y económico, famoso por su antigua ciudad fortificada, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, la guerra ha hecho estragos en esos patrimonios culturales, y muchas estructuras icónicas han quedado devastadas. En particular, la Almeda de Alepo, una de las más antiguas de Siria, ha sufrido daños irreparables durante el conflicto. Hoy, Alepo es un símbolo de resistencia y dolor, un recordatorio de que la guerra no solo destruye edificaciones, sino también el tejido mismo de la vida cultural de un pueblo.