Descubre cómo la invocación de San Francisco sigue resonando en el mundo.
En la historia de la humanidad, pocas figuras religiosas han dejado una huella tan profunda como San Francisco de Asís. Este joven convertido al amor de Cristo no solo se destacó por su devoción, sino que también fue un ferviente defensor de la paz y la armonía entre todos los seres. Al pronunciar las palabras "Paz y bien", Francisco no solo ofrecía un saludo, sino que sembraba una semilla de esperanza en un mundo que, aunque moderna, aún necesita de su mensaje más que nunca.
La invocación de San Francisco en Tierra Santa es un recordatorio leve, pero potente, de que la paz es un anhelo universal. En tiempos donde el conflicto y la discordia parecen dominar las noticias, el legado de Francisco resuena en el corazón de muchos. Su visión de un mundo en paz es un llamado constante a la convivencia armónica y el respeto mutuo, valores que siguen siendo esenciales en nuestra lucha diaria como sociedad.
Hoy, diversas organizaciones y grupos en Tierra Santa utilizan el lema "Paz y bien" en sus esfuerzos por fomentar el entendimiento entre diferentes culturas y religiones. Proyectos interreligiosos, encuentros de diálogo y actividades comunitarias están impulsadas por este espíritu pacificador que San Francisco encarnó. A través de su legado, los participantes no solo buscan resolver conflictos, sino también crear lazos de amistad y solidaridad en un lugar marcado por la historia de la humanidad.
En un giro humorístico, podríamos imaginar a San Francisco sentado en una terraza de Roma, usando las redes sociales para que su mensaje llegue a todos los rincones del planeta. ¿Quién diría que el santo de la paz podría tener más seguidores que las últimas tendencias en gato influencers? Lo cierto es que el deseo de paz no solo atraviesa fronteras físicas, sino que también se difunde a través de conexiones virtuales. Hoy más que nunca, el mundo necesita recordar que "Paz y bien" puede empezar con un simple gesto, un mensaje compartido o una sonrisa sincera.
por Ibrahim Faltas *. ¡Paz y bien! Así saludó Francisco de Asís, el joven convertido al amor de Cristo, el santo de la paz que deseaba e imaginaba la paz en ...