Frank Cuesta

¡Frank Cuesta y su Santuario Libertad: Un cuento de amor, tierras y reptiles!

Frank Cuesta se convierte en el nuevo propietario del Santuario Libertad tras un acuerdo con su exmujer Yuyee. ¿Qué sorpresas traerá este culebrón veraniego?

¡Grande Frank Cuesta! El aventurero y herpetólogo se ha hecho con el control del Santuario Libertad, un espacio lleno de vida silvestre, después de comprar sus tierras a su exmujer, Yuyee. Pagando la impresionante cifra de 165.000 euros, Cuesta no solo asegura la protección de cientos de especies, sino también una nueva página en su relación con Yuyee. Aunque ambos han tenido sus diferencias, parece que han encontrado un punto en común: el bienestar de los animales.

El cambio de titularidad se realizó oficialmente y ahora los terrenos están bajo la propiedad de sus hijos, lo que, sin lugar a dudas, añade un toque familiar a esta aventura empresarial. Frank ha compartido esta noticia a través de su canal de YouTube, donde no se ha cortado a la hora de expresar sus sentimientos hacia su exmujer, aunque también ha dejado entrever que su relación sigue teniendo algo de tensión. Aparentemente, esto no es solo un acuerdo de compra, sino el cierre de un capítulo lleno de altibajos en su vida.

Tras una serie de amenazas y confrontaciones, ambos firmaron un acuerdo que los sentó a la mesa y les permitió reconciliarse en parte, siempre y cuando su principal interés sean los animales. Aunque la paz ahora reina en el Santuario Libertad, no se descartan más episodios en esta historia tan concurrida. ¡Eso sí, ya advertimos que la naturaleza tiene sus propios planes!

Sabías que el Santuario Libertad alberga una gran variedad de especies animales que necesitan cuidado y protección? Esto añade una responsabilidad aún mayor para Frank, quien ha puesto su corazón y alma en conservar y proteger la vida salvaje. Además, la relación dinámica entre Cuesta y Yuyee no solo es un entretenimiento para sus seguidores, también refleja la complejidad de la colaboración en pro de una causa noble, ¡incluso si implica alguna que otra serpiente en el camino!