¡Descubre cómo un jubilado se convirtió en el ladrón más inusual de la National Gallery!
En el mes de marzo de 1961, el mundo del arte se vio sacudido por un robo peculiar y sorprendente. Un jubilado conductor de autobús, cuya vida había estado llena de rutina y monotonía, decidió convertirse en un ladrón y se llevó nada menos que un famoso cuadro de Francisco de Goya de la National Gallery de Londres. Este anciano, que aparentemente llevaba una vida tranquila, había encontrado en el arte una pasión que lo llevó a actuar de una manera que pocos hubieran podido imaginar. Con un plan algo improvisado, entró a la galería y, bajo el disfraz de un visitante más, se hizo con la obra sin despertar sospechas inmediatas.
La operación fue audaz, pero también increíblemente torpe. El ladrón, emocionado por haber logrado el robo, no pensó en la dificultad de ocultar un cuadro tan grande. La escena se tornó aún más absurda cuando, al intentar salir, se dio cuenta de que la magnitud de su “trofeo” hacía que la tarea fuese más complicada de lo que había anticipado. Aun así, su consecución le proporcionó una adrenalina que había estado ausente de su vida durante años: el viejo conductor de autobús se convirtió en el enorme protagonista de su propia aventura de acción - por decirlo de alguna manera.
Este insólito suceso no solo ha sido recordado por ser un robo infame, sino que también resalta la fragilidad de la seguridad en las instituciones culturales de renombre. Los museos, que se consideran fortificaciones del arte, son susceptibles a los errores humanos y a la falta de vigilancia. Después del robo, la National Gallery reforzó sus medidas de seguridad, asegurándose de que no se repetirían incidentes tan singulares. Sin embargo, ¿qué motivó realmente al ladrón a robar una obra maestra en primer lugar? Quizás la desesperación o el deseo de emoción en su vida tenían algo que ver.
Al final, el ladrón fue capturado poco tiempo después, lo que trajo un alivio a la comunidad artística que temía por su legado. No obstante, su historia ha perdurado en la memoria colectiva como un cuento de circunstancias insólitas y decisiones inesperadas que muestran cómo la vida puede dar giros inesperados. Este episodio nos recuerda que la búsqueda de aventuras puede llevar a caminos poco ortodoxos, y que a veces, incluso los más inusuales entre nosotros son capaces de componer una historia digna de una película.
Entre los cuadros más conocidos de Goya se encuentra "El 3 de mayo de 1808", una obra que simboliza la brutalidad de la guerra y el sufrimiento humano. Además, Goya fue pionero en la pintura romántica y es conocido por sus retratos de la aristocracia española, lo que demuestra su habilidad para capturar la esencia humana a través de sus obras. Curiosamente, este episodio del robo nos recuerda que cada obra de arte tiene su propia historia, y algunas de ellas son más conspirativas y fantásticas que las propias pinturas que se exhiben en los museos.
El 21 de marzo de 1961, un conductor de autobús jubilado se llevó a casa un famosísimo cuadro de Goya de la National Gallery de Londres.