Bar Mera Oleiros

¡Cierre temporal por prepotencia! Un bar de Oleiros manda a callar a los clientes exigentes

Un bar en Oleiros cierra sus puertas porque la exigencia de los clientes no era para nada de chiste. ¿Te imaginas tener que aguantar eso en pleno agosto?

El bar Puerto Martina, ubicado en Mera, Oleiros, ha decidido cerrar sus puertas temporalmente del 12 al 19 de agosto, en medio del bullicio del puente de verano. Según un comunicado emitido por sus propietarios, el cierre se debe a la "prepotencia" y las "exigencias" de algunos clientes que, al parecer, han hecho que el personal se sienta abrumado. María, la responsable del local, ha expresado su descontento ante situaciones absurdas que han vivido, como peticiones de todo tipo que parece que olvidan que están en un bar y no en un restaurante de lujo.

La decisión de cerrar, en pleno auge de la temporada turística, ha dejado a muchos sorprendidos, pero lo cierto es que los dueños de Puerto Martina han decidido priorizar su bienestar y el de su equipo. En lugar de convertirse en un "chiringuito" que solo existe para satisfacer las exigencias de los veraneantes, han optado por poner un alto y tomarse un merecido tiempo fuera. "Estamos hartos de tener que lidiar con comentarios como: ‘Me pones 2 barcelos cola y 4 vasos’ o ‘¿Tendrás un pincho de tortilla para acompañar con mi café?’", relatan entre risas y resignación.

El cierre, que ha generado una mezcla de opiniones, pone de relieve cómo la presión del turismo no siempre es bien recibida en el sector de la hostelería. A menudo, los establecimientos locales buscan ofrecer una experiencia auténtica y relajada, mientras que algunos turistas traen consigo una energía que puede resultar, a veces, un poco abrumadora. En este sentido, Puerto Martina ha querido recordar que, aunque estén ahí para servir, no son esclavos de las exigencias de los clientes.

Al final de la semana de cierre, el bar volverá a abrir y espera recibir a aquellos que aprecien un servicio amable y relajado, ya que su propuesta no es solo servir bebida y comida, sino crear un ambiente agradable. Este curioso caso ha generado un debate sobre el comportamiento de los consumidores en zonas turísticas y lo importante que es para los restaurantes mantener su esencia, sin sacrificar la calidad del servicio y cuidando su salud mental.